Estoicismo sin rodeos

MES 3: SERENIDAD Y TRANQUILIDAD MENTAL

“Está en tu poder vivir libre de toda compulsión en la mayor tranquilidad de la mente, incluso si todo el mundo grita contra ti tanto como quiere e incluso si las bestias salvajes desgarran en pedazos a los miembros de esta materia amasada que ha crecido a tu alrededor”. -Marco Aurelio-

En la antigüedad, las diversas escuelas filosóficas tenían un objetivo común: alcanzar la paz mental y la “serenidad del alma” conocida como “ataraxia”. Cada una de estas escuelas ofrecía caminos y prácticas para reducir las perturbaciones emocionales y las preocupaciones.

Sus estrategias variaban ampliamente, e iban desde detener el pensamiento y buscar la “indiferencia”, hasta controlar las emociones negativas y volverse “imperturbable”, hasta eliminar las necesidades superfluas y regresar a lo natural, integrar el placer y el hedonismo en la vida cotidiana, razonar adecuadamente, conocerse a sí mismo, sentirse parte del universo y más.

Sin embargo, todas esas filosofías compartían un principio fundamental: para alcanzar la serenidad es necesario estar plenamente presentes en el momento actual. La tranquilidad del alma solo puede lograrse liberándonos del peso del pasado y de la incertidumbre del futuro.

Cuando a Crates, discípulo de Diógenes, le preguntaron sobre lo que había obtenido de la filosofía, respondió: “Un cuartillo de lentejas y no preocuparme por nada”. Este aparentemente simple logro tiene un profundo significado.

De otro lado, el famoso espadachín samurai Musashi hizo una distinción importante entre el “ojo que percibe” y el “ojo observador”. Este último ve los hechos tal como son, de manera objetiva. Entre tanto, el “ojo perceptivo” tiende a interpretar y dar significado a las cosas, causando angustia a menudo. Cuando pensamos en términos como “esto me arruinará” o “¿cómo pudo pasar esto?”, estamos permitiendo que nos invada el “ojo perceptivo” y esto destruye la tranquilidad mental.

La terapia cognitivo-conductual (TCC), desarrollada por el psicólogo Albert Ellis, ha incorporado conceptos del estoicismo para ayudar a las personas a identificar patrones destructivos en sus pensamientos y comportamientos. Esta terapia permite a los pacientes observar y cambiar sus pensamientos y acciones hacia una dirección más positiva con el tiempo.

Aunque Marco Aurelio no tenía conocimiento formal en psicología, sus palabras son igualmente poderosas. Nos insta a convertirnos en observadores de nuestros propios pensamientos y las acciones que generan. Debemos analizar su origen, identificar sesgos, evaluar si son constructivos o destructivos, y si conducen a errores, comportamientos lamentables o pérdida de la serenidad. La clave para romper patrones de comportamiento negativos y mejorar nuestra vida es comprender y cambiar la relación con nuestros pensamientos y acciones.

Semana 1: Encontrar la paz interior

La filosofía de la vida y la búsqueda de la paz mental son temas que han preocupado a la humanidad durante siglos. En este contexto, se plantea la idea de que una buena conciencia es el reflejo de una buena vida y la recompensa que esta conlleva. Alcanzar la paz interior implica dominar las pasiones, encontrar seguridad en uno mismo y aprender a estar en armonía con nuestra propia existencia.

Una mente enfocada en la virtud y en contribuir al bien de la sociedad humana es un logro valioso que consolida la paz interior. Esta mentalidad virtuosa es como una divinidad encarnada en nosotros, independiente de nuestro estatus social. A menudo, buscamos honores y reconocimiento externo, pero la verdadera grandeza yace en la autenticidad y la virtud interior.

Nuestras acciones y pensamientos están bajo el control de nuestra mente, y una conciencia limpia nos brinda una paz inquebrantable. Una conciencia tranquila no teme la mirada de los demás, mientras que una conciencia culpable causa ansiedad incluso en la soledad. El autoexamen diario nos permite evaluar nuestras acciones y rectificar errores. Esta práctica nos lleva a mejorar constantemente y a mantener la tranquilidad mental.

Es fundamental cuestionar si estamos viviendo la vida que realmente deseamos. ¿Por qué nos sometemos a situaciones estresantes y a entornos que no nos satisfacen? Si constantemente nos dejamos llevar por emociones negativas y conflictos, ¿es esta la vida que queremos? La paz interior proviene de reconocer la importancia de preservar nuestra energía mental y emocional para situaciones verdaderamente significativas.

En última instancia, el hacer el mal tiene un alto costo, no solo en términos de consecuencias sociales, sino también en nuestra propia conciencia. La paz interior proviene de hacer lo correcto y de vivir con integridad. A menudo, aquellos que eluden la ética y la disciplina experimentan un caos interno que supera cualquier castigo externo. La tranquilidad surge cuando elegimos seguir el camino de la virtud y vivir de acuerdo con nuestros valores más profundos.Principio del formularioFinal del formulario

La importancia de la quietud y la meditación

La práctica de tomarse un tiempo para la introspección es algo que los estoicos valoraron profundamente. Aunque no sabemos si Marco Aurelio escribía sus famosas “Meditaciones” por la mañana o por la noche, sí sabemos que creaba momentos de tranquilidad y soledad para escribir, y lo hacía para sí mismo, no para otros.

Jon Kabat-Zinn, un maestro de meditación Zen, nos recuerda que siempre estamos aquí y ahora, y que podemos encontrar un retiro interior en cualquier momento. Basta con cerrar los ojos y enfocarnos en nuestra respiración, desconectar del mundo con música, apagar la tecnología o calmar los pensamientos agitados en nuestra mente. La paz está disponible en el presente, no en un futuro lejano.

La idea es plantearte preguntas desafiantes a diario y permitir que la filosofía y el esfuerzo te guíen hacia respuestas más sólidas, un día a la vez, a lo largo de toda una vida.

Ejercicio práctico:

Para realizar el ejercicio de meditación y retiro interior, sigue estos pasos:

1. Dedica de cinco a 10 minutos al día para desconectar del mundo exterior y dirigir tu atención hacia tu espacio mental. Encuentra un lugar tranquilo y cómodo para sentarte o acostarte.

2. Respira profundamente y toma conciencia de la forma como el aire entra en tu cuerpo y se desplaza, hasta llegar a tus pulmones. Después, enfócate en el recorrido que sigue para ir hacia el exterior.

3. Trata de apartar todos los demás pensamientos. Aunque aparentemente no estés llenando tu mente de reflexiones e ideas, este ejercicio te permitirá limpiarte internamente y reiniciar tu pensamiento.

Al practicar regularmente esta meditación y retiro interior, podrás encontrar la paz y la libertad en tu vida cotidiana sin necesidad de buscarlas en lugares externos. Estos momentos te ayudarán a mantener la calma y la claridad mental incluso en medio del caos.

Liberarse de la ansiedad y la preocupación

A menudo, nos encontramos anhelando cosas que están fuera de nuestro control. Un padre ansioso desea un mundo siempre seguro para sus hijos, un viajero frenético busca condiciones perfectas para su viaje, y un inversor nervioso espera que el mercado se ajuste a sus expectativas. Esos deseos nos llevan a momentos de ansiedad e inquietud que, en última instancia, son inútiles y serviles.

Nos aferramos a la creencia errónea de que debemos sacrificar nuestra tranquilidad para obtener lo que deseamos. La próxima vez que te sientas ansioso, pregúntate por qué tus emociones están tan agitadas. Reflexiona sobre si tienes control sobre la situación y, lo más importante, si tu ansiedad te está ayudando de alguna manera.

¿Cuántas veces te has preocupado por cosas que nunca sucedieron? ¿Cuántas veces la ansiedad te llevó a tomar decisiones impulsivas que luego lamentaste? Dejar que la razón gobierne tu mente puede parecer más trabajoso, pero ahorra muchos problemas a largo plazo. Tu mente está diseñada para separar lo importante de lo trivial y para mantener las cosas en perspectiva. Solo tienes que poner esta habilidad en práctica.

Ejercicio práctico:

Para realizar el ejercicio estoico de manejo de la ansiedad, sigue estos pasos:

1. Cuando te encuentres frente a una situación, persona o evento que te cause ansiedad o preocupación, tómate un minuto para pregúntate a ti mismo si lo que estás enfrentando está bajo tu control o no.

2. Si lo que enfrentas está bajo tu control, toma medidas racionales y efectivas para abordar la situación de manera constructiva. Si no está bajo tu control, reconoce que no es de tu incumbencia y que preocuparte activamente por ello es inútil.

3. Acepta las circunstancias que no puedes cambiar y ajusta tu actitud mental hacia ellas. En lugar de preocuparte, busca adaptarte y encontrar maneras de lidiar con la situación de la mejor manera posible.

Al practicar estos pasos, podrás abordar la ansiedad y la preocupación de manera más tranquila y eficaz, centrándote en lo que puedes controlar y liberándote de la carga de preocuparte por lo que está más allá de tu control. Esto te permitirá vivir con mayor paz mental y serenidad.